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Uncharted Waters: New Horizons
Autor: ORD, 21-5-2004

¿Prefieres ser un osado aventurero en busca de fortuna, un pirata despiado o un competente oficial de la armada real? Prepárate y escoge el papel a desempeñar en los albores de la Edad Moderna, la mar océnana te aguarda.

Plataforma: Megadrive
Tipo de juego: RPG/Estrategia
Desarrollador: Koei
Editor/Distribuidor: Koei
Nº de jugadores: 1
Versión: USA
Año: 1994
Disponibilidad: Rom

A pesar de ser relativamente abundantes en los ordenadores juegos de temática naval ambientados en el siglo XVI como el que nos ocupa, en consola suponían en los 90 (y siguen suponiendo) una rara avis. La serie Uncharted Waters de Koei, con entregas para NES, Mega Drive, Super NES, Saturn y PlayStation, es el máximo exponente de esta particular vertiente de los juegos estrategia.

No se puede decir que New Horizons sea un juego que "entre por los ojos", más bien todo lo contrario. Los sprites no son demasiado agraciados, bastante enanos y ni tan siquiera tienen una gran diversidad, si a esto añadimos que tanto el número como la calidad de las animaciones suelen resentirse en los títulos de perspectiva aérea, ya es posible deducir que los personajes no han salido muy bien librados ni en el plano técnico ni en el artístico. Las ciudades no resultan ningún derroche de imaginación, apenas 5 ó 6 estilos arquitectónicos para más de 80 puertos ubicados en casi todos los rincones del orbe parece un número algo bajo. Las edificaciones, tanto por fuera como por dentro resultan sencillas, excesivamente sencillas, dan una gran sensación de vacío. Los intervalos de navegación a lo largo del juego están bien resueltos, no cuentan con ningún detalles de más pero tampoco de menos. Por último comentar que hay una suerte de "sistema de iluminación", por llamarlo de algún modo, que varía la tonalidad de los colores presentes en la pantalla según la hora del día que transcurra en ese momento, un detale de "realismo" (a las 5 de la mañana ya luce el sol con toda su fuerza) que se agradece.

Hay muy pocas melodías, sin ser además ninguna de ellas especialmente brillante. Peor aún es el caso de los efectos sonoros, que se pueden contar con los dedos de una mano .

Antes de comenzar una partida propiamente dicha en New Horizons, se debe de escoger una de las seis líneas argumentales que ofrece el juego, centrada cada una en un personaje que representa a alguna de las naciones que se disputan el dominio del mundo en el juego: Portugal, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Turquía y España. Según se escoja a un protagonista u otro el objetivo final de la aventura y los medios empleados para conseguirlo cambian drásticamente, ya que difícilmente coincidirán en sus intereses o "modus operandi" un cartógrafo holandes, un oficial británico o un comerciante turco.

Una vez seleccionado el protagonista y conocido por tanto el propósito último del juego, suele ser recomendable comenzar a contratar marineros y navegantes y comprar víveres, barcos y cañones, lo cual obviamente remite inevitablemente al asunto del vil metal. La forma más rápida de acumular dinero es la piratería, pero se debe tener en consideración que el país de procedencia de cada buque que sea abordado se la tendrá jurada desde entonces al bucanero de turno y no le será fácil moverse en los puertos bajo su bandera. Las otras opciones, más honradas pero más lentas, de hacerse con unos ahorrillos son comerciar (comprar barato en una ciudad y vender caro en otra), vender descubrimientos o tesoros hallados en zonas poco exploradas a algún mecenas o bien realizar sencillas misiones por encargo como pueden ser llevar mercancías de una localidad a otra o cobrar deudas. Entrando en la categoría casi de anécdota quedan, debido a su escasa rentabilidad, las partidas de cartas en los bares o los intereses mensuales (3%) que proporcionan los bancos.

En las batallas navales del juego pueden concurrir hasta 20 naves, pero realmente solo dos de ellas tienen auténtico peso específico, los buques insignias de cada una de las dos flotas en liza, derrotado uno de los dos la disputa llega a su fin. Para llegar a lograr esto existen tres métodos: se puede dañar su estructura mediante cañonazos de tal modo que llegue a hundirse, acabar con la tripulación del mismo mediante abordajes o retar al capitán a un duelo singular a espada, método que ahorra pérdidas tanto materiales como humanas a ambos bandos, pero de escasas garantías por muy bien equipado que se esté, ya que se usa un sistema de cartas en la pelea (similar al de los RPG de Dragon Ball de las consolas Nintendo) que depende en gran medida de la fortuna. En caso de que el jugador cuente con más de un barco, él sólo manejará directamente al buque insignia en estas refriegas, delegando las maniobras de los demás buques en los navegantes que haya asignado como capitanes de los mismos y aunque se les pueden dar unas directrices generales durante la batalla hay que decir que muchas veces no las obedecen con la debida diligencia con lo que casi se podría decir que esas naves actúan por su cuenta y riesgo.

El desarrollo del juego es con casi total seguridad demasiado lento y farragoso, para contar con esa componente de RPG que tiene y seguramente la mayor parte de los jugadores se impacientarán al ver los preparativos que debe de hacer cada poco rato (vigilar los, víveres, vender mercancías, buscar tripulantes...) y que desde su punto de vista no harán más que retrasar su avance en el hilo argumental. Los aficionados a la estrategia no encontrarán en esto ningún inconveniente, más bien al contrario, pero, no nos engañemos, son una especie en "peligro de extinción" en el mundo de las consolas.

Obviando lo anteriormente mencionado, es muy probable que si alguien "resiste" las dos o tres primeras horas del juego en las que es uno más susceptible de sentirse abrumado por las obligaciones del cargo de capitán, quede totalmente enganchado. Las posibilidades de este título son muy grandes, dando al usuario gran libertad de acción, no teniendo éste que ceñirse necesariamente al guión preestablecido (aunque esto puede llevar a un callejón sin salida en la historia del personaje escogido).

New Horizons puede resutar un juego extraordinariamente largo. Si nos tomamos con calma cada una de las seis aventuras se puede alcanzar con facilidad las 50 horas de juego, aunque como juego de estrategia su duración puede resultar casi ilimitada, hacer que nuestro país controle todos los puertos del mundo o conseguir un alto título nobiliario no son tareas que se puedan alcanzar en dos días.

TÉCNICA
6
GRÁFICOS
5
SONIDO
5
JUGABILIDAD
6
DIVERSIÓN
8
DURACIÓN
10
TOTAL
BUENO
Media de los lectores: 6.7
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Otros análisis:
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Sobre las puntuaciones
Lo mejor: Poder escoger entre seis historias. Duración.
Lo peor: Gráficos. Los duelos a espada.

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