Blood Will Tell
Autor:
ORD,
20-9-2010
Tras haber tocado el lado más desenfadado de la obra de Osamu Tezuka en Astro Boy, Sega vuelve a buscar inspiración en un trabajo del autor japonés, el oscuro y violento manga Dororo.
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Plataforma:
PlayStation 2
Tipo
de juego: Beat'em up/Aventura
Desarrollador:
Sega Wow/Red Entertainment
Editor/Distribuidor:
Sega |
Nº
de jugadores: 1 - 2
Versión:
PAL
Año:
2005
Disponibilidad:
A la venta en España |
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En la época feudal Japón se desangra. Sus habitantes son presa de la desesperación, la angustia y el odio que generan los constantes conflictos bélicos. Los demonios, alimentados por estos sentimientos, intentan evitar el nacimiento del primogénito de Kagemitsu Daigo, un samurái local, que está destinado a acabar con su reinado de terror. Los monstruos ofrecen a Daigo el poder para pacificar y unificar el país a cambio de su futuro hijo. El hombre acepta, y ve como al poco de nacer, su bebé es rodeado por las sombras de 48 demonios, que arrebatan otras tantas partes de su cuerpo al recién nacido. Kagemitsu, horrorizado, coge a su retoño y ante la impotencia de su esposa, lo deja a la deriva en el río en una cesta. El canasto es encontrado por Jyukai, un médico que decide recomponer las partes perdidas del niño mediante varias operaciones quirúrgicas y criarlo como si fuera hijo suyo. Una vez ya adulto, el joven, bautizado como Hyakkimaru, se ve abocado a luchar contra los monstruos para recuperar las partes de su anatomía que le fueron arrebatadas; en su empresa contará con la ayuda de un aprendiz de ladrón llamado Dororo.
Al contrario de lo que sucediera con Astro Boy, el otro manga de Osamu Tezuka adaptado por Sega, la compañía nipona apostó por alejarse de la estética de la obra original, cambiando los trazos del dibujante de Osaka por un estilo mucho más realista, aunque respetando en la medida de lo posible la base. Esta modificación permite dar a todo el apartado gráfico un tono oscuro y violento sin que exista el curioso contraste que había en las páginas de Dororo. Pasando ya a los aspectos técnicos, Blood Will Tell muestra en conjunto un rendimiento eficiente, más llamativo en las cinemáticas que en juego, donde es inevitable darse cuenta de algunas limitaciones, como la niebla que aparece en las fases con arquitectura compleja o las ralentizaciones en las batallas concurridas. Las texturas y las animaciones son funcionales sin más, un peldaño por encima están los efectos de luz, vibrantes y coloridos, pero sin alcanzar cotas de brillantez "excesivas".
Algunas ligeras desincronizaciones del doblaje, son casi el único pero que puede ponerse al sólido trabajo de los actores que ponen voz a Hyakkimaru, Dororo, Daigo y compañía. Los efectos sonoros, desde los clásicos choques de espadas a los alaridos guturales de los muertos vivientes, y la música no le van a la zaga, redondeando un conjunto de audio de gran empaque.
Centrándonos ya en lo que ofrece el juego una vez a los mandos, hay que decir que a pesar de estar revestido de ciertos añadidos como la progresión del personaje principal a medida que recupera partes de su cuerpo o algunas breves secciones de plataformas protagonizadas normalmente por Dororo, la acción que ofrece este título es similar a la de otros beat'em up producidos por Sega en el primer lustro del siglo como Spikeout y Altered Beast aunque con más posibilidades y un acabado superior.
Hyakkimaru contará como arma básica para despedazar todo lo que se le ponga por delante con las cuchillas implantadas en sus antebrazos, que causarán más daño cuanto más se usen, pudiendo también utilizar las katanas convencionales que vaya encontrado a lo largo de su viaje al modo de los samuráis. Los ataques a distancia corren a cargo de un cañón-pierna de gran potencia y de una ametralladora acoplada al brazo derecho del personaje. Cuando no esté protagonizando sus propias misiones Dororo asistirá a Hyakkimaru y se le podrán dar órdenes sencillas si es controlado por la CPU, como buscar ítems o atacar al enemigo más próximo, aunque también puede ser manejado por un segundo jugador.
Para poder encontrar las 48 partes del cuerpo de Hyakkimaru y con ello acceder al final "verdadero" de la historia, será necesario en ocasiones volver a rejugar algunas de las fases que ya han sido superadas en busca de los demonios esquivos que se nos hayan escapado en la primera pasada o de aquellos que simplemente no eran abordables en ese momento. Una forma un tanto artificial de añadir horas de juego a un título que por su naturaleza no las necesitaba demasiado y que le hace perder algo de chispa a medida que se va avanzando en la aventura.
Blood Will Tell es una producción competente que está, sobre todo, al servicio de la historia que narra. Hyakkimaru, Dororo, Daigo... sus relaciones, sus caracteres, su forma de pensar y de actuar que se desgranan en incontables escenas de vídeos, son los verdaderos protagonistas; si a ello sumamos que la experiencia jugable es lo suficientemente buena para no enturbiar el devenir de la trama como resultados obtenemos un digno homenaje al peculiar manga de Tezuka.
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TÉCNICA
7 GRÁFICOS
7 SONIDO
8
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JUGABILIDAD
7 DIVERSIÓN
7
DURACIÓN
8 |
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Lo
mejor:
Es bastante largo, para la media del género, y variado.
Lo
peor:
Jugar a dobles es un tanto caótico. |
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