Ryu ga Gotoku of the End
Autor: ORD, 6-3-2011
El segundo spin-off de la serie Yakuza está a punto de llegar a las estanterías japonesas. Descubre como es el apocalipsis zombi según Toshihiro Nagoshi a través de la demo jugable.
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Plataforma: PlayStation 3
Tipo de juego: Acción
Desarrollador: Sega R&D3 |
Editor/Distribuidor: Sega
Version: JAP
Lanzamiento: 17-3-2011 (Japón) |
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Desde hace unos días está disponible para descargar en la PlayStation Store nipona la demo de lo que fuera de Japón se ha bautizado de forma oficiosa como Yakuza of the End. A continuación vamos a comentar lo que ofrece la misma, dentro de las limitaciones que nos impone la barrera idiomática.
Shun Akiyama, el prestamista de Yakuza 4, es el único personaje jugable dentro de la demo. Durante los primeros minutos, a pesar de asistir a una pequeña escaramuza privada con los no muertos, Kamurocho se nos muestra con su cara habitual, incluso será posible participar en ciertos minijuegos y visitar algunos de los locales ya clásicos en la saga.
Cuando el protagonista vuelva a su oficina se llegará al punto de no retorno, a partir de ese instante se acaba el vagabundeo y comienzan las oleadas de muertos vivientes.
La presentación y los controles (hay dos configuraciones predeterminadas) no son demasiado distintos de otros "shooters" en tercera persona; la cámara se sitúa por encima del hombro del personaje, contamos con dos tipos de apuntado, uno semiautomático y otro manual para una mayor precisión y, como ya viene siendo habitual en cuanto aparecen zombis de por medio, no falta un botón para esquivar. No se han dejado del todo de lado ciertos aspectos jugables de las anteriores entregas, así que todavía será posible emplear los objetos esparcidos por el escenario para aporrear a los enemigos y alejarlos, aunque no dañarlos, dándoles una patada.
Durante la demo la cámara mostró algunos problemas en los espacios más cerrados, como la oficina de Akiyama, también nos sorprendió el hecho de que no es posible desplazarse mientras se apunta de forma manual. Si sumamos estos dos problemas los enfrentamientos con los zombis en estancias de reducidas dimensiones se suelen limitar a machacar frenéticamente el botón de disparo en el modo semiautomático esperando acabar con todos los monstruos antes de que se abalancen sobre Shun. Más lograda parece estar la experiencia en las calles, donde el tirador más avezado puede lucir sus habilidades a la hora de conseguir descabezar a los no muertos u obtener bajas múltiples apuntando a diversos elementos explosivos como pueden ser los depósitos de los vehículos, aunque para realizar esto último en ocasiones contaremos con ayuda de unos indicadores sobreimpresionados en la pantalla a los que apuntaremos y dispararemos automáticamente pulsando triángulo, y haremos estallar tras pasar el QTE de rigor.
La munición del arma básica, en el caso de Akiyama una pistola (dos más adelante), es ilimitada, pero será posible llevar hasta tres armas más de mayor poder destructivo, escopetas, fusiles de asalto, ametralladoras, etc. aunque con cargadores restringidos evidentemente.
La recreación de un Kamurocho postapocalíptico está repleta de tópicos, sin que falten edificios en ruinas, coches en llamas o las clásicas barricadas surgidas de la noche a la mañana literalmente hablando. Raccoon City, pero con un toque de metrópoli cosmopolita en definitiva. La escasez de originalidad no evita que el ya veterano motor gráfico de la serie vuelva a mostrarse bastante sólido dentro de sus limitadas posibilidades para un juego de este tipo, sufriendo sobre todo a la hora de mostrar algunos efectos como el humo o las explosiones.
En la parte final de la demo, tendremos la oportunidad de luchar codo con codo con un personaje manejado por la CPU. Será posible modificar su actitud para que sea más o menos ofensiva y contará con su propia barra de vida, así que no será uno de esos compañeros de armas inmortales por exigencias del guión que es posible ver en tantos juegos, sobre todo bélicos.
Unos subterráneos industriales infestados de zombis serán el último escenario. Su diseño es bastante simple y genérico pero en ellos aguardan los dos últimos "minijefes", que como no podía ser de otro modo vienen acompañados de un par de decenas de acólitos, pero a estas alturas no es nada de lo que Akiyama y su colega de armas no puedan encargarse para salir de nuevo a la superficie y encontrarse en una parte de la ciudad que parece vivir al margen del horror que experimenta Kamurocho.
Sega no es una novata en esto de los zombis, Zombie Revenge y House of the Dead con sus innumerables entregas así lo demuestran, sin embargo su movimiento de trasladar esta temática a su franquicia estrella, al menos en Japón, genera alguna incertidumbre. No parece aportar nada demasiado novedoso, más allá de sus carismáticos protagonistas, a un subgénero ciertamente ya saturado en los últimos años. ¿Conseguirá atraer el gigante nipón a nuevos usuarios al redil de Kiryu y compañía? ¿o por contra "quemará" más de la cuenta a uno de sus buques insignia en la máquina de Sony?
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