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Sega Rally 2006
Autor: SamSolo, 29-1-2006

Tras algunos años sin aparecer, y tan solo con la noticia de que estaba en desarrollo, por fin ha visto la luz la siguiente entrega de Sega Rally, la 2006 que es como la han llamado. Así que raudos nos hemos agenciado una copia de importación, ya que por ahora sólo está disponible en Japón, y la hemos destripado durante algunas horas para podernos hacer una clara primera impresión del resultado final.

Plataforma: PS2
Tipo de juego: Conducción
Desarrollador: Sega
Editor/Distribuidor: Sega
Version:
JAP
Lanzamiento: 2006

Para empezar hay que tener claro que este Sega Rally está diseñado en exclusiva para PS2, sin la usual contrapartida arcade. Este hecho marca claramente el juego, que nada más comenzar a cargar nos ofrece una introducción de vídeo pre-renderizado, de gran calidad todo sea dicho, lo que ocurre por primera vez en la serie. Tras su visionado pasamos al menú principal, donde fundamentalmente dispondremos de tres grandes modos de juego: Carrera, Arcade y Cronometrado. Los dos segundos son los usuales de la serie, con escasos añadidos a lo visto anteriormente. En Arcade correremos bloques de carreras en cuatro escenarios con el objetivo de remontar desde la última posición hasta la primera, con los habituales límites de tiempo y checkpoints para recordárnoslo. Por el otro lado en Cronometrado conduciremos en una pista intentando alcanzar a otro competidor en un número de vueltas definido y con tiempo limitado.

La novedad jugable es el modo carrera. La barrera idiomática no nos ha permitido profundizar en él, pero podemos asimilarlo a una evolución del Campeonato de diez años del Sega Rally 2, aunque con gran cantidad de cambios. Para empezar deberemos comprar un coche con un saldo inicial del que dispondremos. Una vez adquirido el vehículo gestionaremos un calendario de competiciones en las cuales nos podremos ir inscribiendo según una serie de requerimientos. Las victorias nos irán reportando beneficios que iremos reinvirtiendo en nuestra máquina de competición, lo que nos irá abriendo nuevas opciones a la hora de competir. Junto con la gestión de calendario aparece el ajuste técnico del coche, que deberemos ir tocando a lo largo de la partida, tanto en el ajuste propiamente dicho, como en la instalación de nuevas piezas mecánicas. Como se puede observar muy en la onda instaurada por la serie GT hace años.

El aspecto jugable ha variado tras la última entrega. Aunque la filosofía básica persiste: control de velocidad y por encima de todo del derrape, esta vez la física se aleja del estilo totalmente arcade. Ahora los coches tienen una notable sensación de peso, mucho más realista, con lo que las reacciones de los mismos son menos bruscas y por tanto más fáciles de controlar. Además la sensación de agarre al firme ha girado en dirección a la realidad, siendo muy claras las diferencias entre asfalto y barro por poner un ejemplo. Evidentemente todo esto sin alcanzar cotas de simulación como pueden ser las de la serie Colin o tan siquiera como WRC; el estilo más similar sería el de Rally Fusion o V-Rally 3. En cierto modo estos cambios nos recuerdan sutilmente al Sega Rally original, pero solo quizá en la respuesta de los coches, no así en el resto de detalles.

Visualmente no es que sea una gran maravilla. Dispone de modelos poligonales bastante modestos para los vehículos, con especial reseña a las ruedas, que son prácticamente octogonales; el texturado es de mejor calidad y da un buen acabado. Existen desperfectos externos, pero son tan leves que apenas se notan, salvo en algún cristal u óptica rotos. Los escenarios por su parte han salido peor parados, una repetición excesiva de texturas y un obvio, y a veces cargante, pop up hacen que el acabado general sea insuficiente a estas alturas de la vida de la consola. Globalmente ha habido un cambio en el estilo del texturado, mucho más pastel y mate que anteriormente, cambio que tiene como clara intención el darle un aspecto más realista al conjunto. En su totalidad se nota un avance respecto de la versión anterior (en PC y Dreamcast) pero tampoco esperemos un salto cualitativo espectacular, porque no lo hay.

El sonido es aceptable en cuanto a efectos, pero muy mediocre en lo que toca a los cortes musicales. Atrás parecen haber quedado los días en que este aspecto se cuidaba con mimo, consiguiendo que tarareáramos las melodías de ciertas fases una y otra vez. Una pena.

Por lo general nos hemos encontrado con un juego claramente orientado al sector de las consolas, siguiendo la pautas que el mercado ha ido marcando en los últimos años. Es preciso una mayor inmersión en el modo carrera para poder juzgarlo con precisión, pero sus directrices básicas quedan claras. Por otro lado el aspecto técnico general nos ha parecido decepcionante para lo que se puede, y debe, esperar de un estudio interno de Sega, con un proyecto que ha dispuesto de tiempo de desarrollo más que suficiente, y que llega con la práctica totalidad del potencial de la máquina descubierto hace ya meses. Tan solo nos queda aguardar a las versiones occidentales del juego para ver si se producen retoques que mejoren sus carencias, así lo esperamos todos.


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