El precio justo
Autor: Samsolo, 20-4-2003
En mayor o menor medida todos estamos de acuerdo en que los videojuegos son demasiado caros, especialmente en Europa, donde la comparativa entre precios y poder adquisitivo duplica o triplica a la que podemos ver en Estados Unidos o Japón.
En mayor o menor medida todos estamos de acuerdo en que los videojuegos son demasiado caros, especialmente en Europa, donde la comparativa entre precios y poder adquisitivo duplica o triplica a la que podemos ver en Estados Unidos o Japón.
Pero existe un aspecto nunca tratado en las discusiones sobre los precios de nuestro hobby, ¿cómo podemos medir cuanto de caro es un juego? ¿cuándo consideramos un juego amortizado? Está claro que estos conceptos son sumamente subjetivos, ya que cada uno busca cosas diferentes en los juegos, y cada uno tiene unos condicionamientos distintos.
Está bastante claro que la gente gusta de tener un catálogo nutrido de juegos en su estantería, las ventas de piratería así lo atestiguan; de lo cual se deduce que con precios más competitivos, los fabricantes venderían más unidades, aunque no está tan claro que sus márgenes de beneficios se mantuvieran.
De una forma u otra, es interesante la especulación sobre la posibilidad de crear un baremo estándar con el que medir el coste de un juego con una amortización adecuada por parte del usuario.
El videojuego es una forma de entretenimiento, comparable a la lectura o al cine, si no a la música; por tanto podríamos realizar un estudio comparativo de precios y duraciones de algunos de estos productos, en relación con los videojuegos. Podríamos empezar con una sesión de cine, una entrada media cuesta unos 5 € (casi nada), y la película puede durarnos unas dos horas, con lo que el coste por hora es de 2.5 €.
Esta comparativa se puede extrapolar también al cine en DVD, una película sencilla, sin muchos extras, de un solo disco puede costar entre 9 y 12 euros, su tiempo de disfrute es de unas 2.5 horas contado los posibles extras; así pues el coste por hora oscila entre los 3.6 y 4.8 euros, con lo cual vemos que el coleccionismo de películas en DVD es más caro que el visionado en el cine. Aunque debemos tener en cuenta el factor de posesión del producto que implica este último.
Cambiando de aspecto podemos tomar el ejemplo de los libros, de sobra es conocido el alto coste de estos en nuestro país, repitamos el mismo método que hasta ahora. Un libro de serie media, con unas 400 páginas, puede costar unos 18 €, su duración en lectura puede estar, en función de la velocidad de lectura, entre las 15 y las 20 horas. Así pues el coste por hora oscila entre 0.9 y 1.2 euros, bastante más asequible que las opciones que nos ofrece el cine.
Por último, pero no menos importante, están los CD´s de música, muy controvertidos en los último tiempos por la piratería descontrolada por la red de redes y el top manta. Un CD puntero puede costar entre los 15 y los 18 €. En cuanto a la duración es un aspecto difícil de medir, un disco puede ser escuchado un sinfín de veces, llegando a dejarlo tras innumerables escuchas. Aún así nos arriesgaremos, y tomaremos como media una veintena de escuchas como el límite medio de uso para la gran mayoría de los usuarios. La duración es más sencilla de estimar, grosso modo unos 40 minutos, 0.67 horas. Así pues el tiempo total de uso de un disco es de 13.4 horas. El resultado de coste por hora oscila entre 1.1 y 1.3 euros.
Con todos estos ejemplo podemos tomar el caso de un videojuego de estreno, cuyo precio oscila los 50 y los 75 €, siendo el precio más extendido los 60 €. La duración de un juego es algo muy variable, tanto como las posibles escuchas de un CD, con lo que tomaremos una media aproximada de 20 horas. Así pues el coste por hora de entretenimiento de un videojuego se encuentra entre los 2.5 y los 3.75 €.
Este burdo estudio de costos no tiene en cuenta muchos aspectos como las posibles ofertas, los aspectos del coleccionismo, las posibilidades de rejugabilidad, relectura o revisionado, pero es bastante clarificador en sus rasgos generales. El resultado es bien sencillo, dentro del ocio más común, los videojuegos son la segunda opción más costosa, lo miremos por donde lo miremos.
Está bastante claro que los productores de videojuegos tomaron buena nota del resto de mercados del ocio, para acercar los precios de la hora de diversión de todos los sectores, excepto quizá el de la lectura. Por otra parte tenemos el fenómeno de la piratería, que existe en todos y cada uno de los ramos aquí señalados. Me pregunto si hay mucha gente dispuesta a pagar 75 € por un producto cuando puede tener el mismo por 9 o 10, la respuesta es obviamente: no.
Así pues la respuesta estará en un punto intermedio entre los extremos. Quizá podríamos dar como bueno el coste por hora que nos ofrecen los libros, 1 € parece razonable como valor, con lo que la mayoría de los juegos actuales deberían costar entre 15 y 30 €, ¿interesante verdad? Con medidas así tendríamos sin duda un claro aumento de ventas en el mercado.
Sea como fuere este “estudio” podría servir como guía sencilla para gestionar las compras de cada uno, en qué gastar y como los pocos recursos que tan duramente obtenemos. Aunque también podríamos utilizarlo para empapelar paredes o envolver un bocadillo, tanto da.
Un saludo.
|