Spikeout: Battle Street
Autor:
ORD,
20-11-2006
Los Inferno han vuelto a Diesel Town dispuestos a hacerse con el control de la ciudad. Ante la desaparición del legendario Spike, unos nuevos héroes les harán frente.
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Plataforma:
Xbox
Tipo
de juego: Beat'em up
Desarrollador:
New Entertainment/Dimps
Editor/Distribuidor:
Sega |
Nº
de jugadores: 1 - 4 y Online
Versión:
PAL
Año:
2005
Disponibilidad:
A la venta en España |
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Diez años después de las reyertas callejeras acaecidas durante la primera guerra de bandas, las rencillas entre los Spike y los Inferno aún se mantienen, guardando los miembros de ambos grupos una gran fidelidad a sus respectivos líderes, Spike y Michael. Ahora, este último ha regresado con un nuevo plantel de luchadores y desea fervorosamente vengar la derrota sufrida una década atrás. Ante la ausencia de su padre, Spike Jr. debe continuar la lucha de su progenitor y derrotar de una vez por todas a los Inferno y a su taimado cabecilla.
Las primeras capturas que se mostraron de Spikeout no hacían presagiar un apartado gráfico sobresaliente, más bien todo lo contrario, puesto que revelaban unos modelados simplemente decentes y una calidad de texturas aceptable, aunque muy lejos de lo que puede dar de sí Xbox. Los más optimistas confiaban en que una gran capacidad de interacción con los escenarios maquillara en cierta medida la austeridad mostrada hasta ese momento. Finalmente la versión comercial del juego no sólo confirmó lo que ya apuntaban las imágenes sino que añadió un par de rémoras nuevas a la apariencia visual del juego, las animaciones y unos decorados en su mayor parte imperturbables ante el devenir de la acción, con pocos elementos deformables o destructibles. Los personajes se mueven de forma bastante extraña, en algunos casos concretos, directamente cómica, con patadas que dislocarían la cadera del más flexible gimnasta o con maneras de caminar que están a medio camino entre un orco de la Tierra Media y un bebé que ha manchado los pañales. No existen demasiadas excusas que puedan justificar que un desarrollo exclusivo de Xbox por parte de Sega tenga un nivel técnico tan mediocre.
La música que se escucha en las calles de Diesel Town, no dista mucho de la que se podía oír en cualquier salón arcade hace 10 años, eficiente pero fácilmente olvidable; nadie la recordará una semana después de abandonar el DVD, al igual que sucede con los efectos sonoros. El doblaje del juego es, siendo benévolo, irregular, y en algunos aspectos, cargante, ya que oír "cool!" tras cada combo exitoso puede llegar a ser un poco irritante.
Probablemente una de las cosas que más valoran los jugadores en un beat'em up es que tenga un razonable abanico de técnicas de ataque y otras acciones, y a buena fe que el título de Sega intenta cumplir en este punto pero tal vez de forma equivocada. Si bien es cierto que la gama golpes y proyecciones es bastante amplia, el control peca de ser farragoso en la configuración ofrecida por defecto, complicando operaciones tan sencillas como por ejemplo recoger un arma del suelo, para lo que es necesario pulsar dos botones simultáneamente y empujar hacia abajo el stick direccional. A pesar de que la situación puede mejorar algo redefiniendo la asignación del mando, el manejo nunca queda afinado del todo y la mayoría de los usuarios se limitarán a tres o cuatro combinaciones sencillas pero efectivas, quedando en el limbo las teóricas posibilidades del mismo y convirtiéndolo en la práctica en un "machacabotones".
Por fortuna, la mayoría de los escenarios son espaciosos, porque la cámara suele jugar bastantes malas pasadas en entornos reducidos. La existencia del radar ayuda bastante a situar las amenazas más próximas para salir del paso en esos momentos de apuro, pero sigue sin ser de recibo en algunas secciones, como la del garaje subterráneo, el enfoque de la acción deje tanto que desear.
Los dos modos principales son Historia y Lucha Callejera. El primero de ellos pone a un solo jugador ante ocho niveles plagados de macarras de Inferno, sin posibilidad de continuar o salvar la partida en medio de los mismos. Poco bueno hay que decir de él, tiene un nivel de dificultad pasado de vueltas, carece de selección de personaje y es francamente frustrante; de no ser porque es casi la única fuente de extras probablemente se abandonaría inmediatamente en favor del multijugador si se tiene compañía. Lucha Callejera da la oportunidad de sentirse partícipes de la limpieza de la ciudad hasta a cuatro usuarios, bien sea desde una misma consola, conectándose a Xbox Live o usando el cable de interconexión, quedando la primera opción algo deslucida por ser imperativa la pantalla partida. Sin duda es en este apartado donde el juego da lo mejor de sí. Sin llegar a ser una maravilla, la modalidad cooperativa resulta entretenida, recorriendo en ocasiones rutas ligeramente diferentes a las del modo Historia, aunque empleando siempre ambos los mismos decorados. La oferta inicial de cuatro fases y cuatro luchadores es algo parca pero puede verse sustancialmente ampliada con nuevas zonas y personajes procedentes del monojugador.
Spikeout: Battle Street como beat'em up en sí es terriblemente anodino, no sobresale ni técnica ni jugablemente y sólo su correcto multijugador puede hacer olvidar el fiasco que suponen las partidas en solitario. Una adaptación procedente del mundo arcade fallida.
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TÉCNICA
6 GRÁFICOS
6 SONIDO
6
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JUGABILIDAD
6 DIVERSIÓN
6
DURACIÓN
7 |
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Lo
mejor:
El modo Lucha Callejera. Hay muchos extras desbloqueables.
Lo
peor:
Si no se juega acompañado no merece la pena. |
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