La Brújula Dorada
Autor:
ORD,
12-8-2008
La leyenda negra sobre los juegos basados en licencias cinematográficas tiene un nuevo pilar en el que apoyarse.
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Plataforma:
PlayStation 2
Tipo
de juego: Varios
Desarrollador:
Shiny Entertainment
Editor/Distribuidor:
Sega |
Nº
de jugadores: 1
Versión:
PAL
Año:
2007
Disponibilidad:
A la venta en España |
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En el mundo de Lyra Belacqua, una de las muchas realidades alternativas que existen, las almas de los humanos no se hallan dentro de sus cuerpos, sino que caminan a su lado, adoptando la forma de distintos animales, son los daimonion. Lyra vive en el Jordan College, un complejo universitario donde su tío Lord Asriel, un destacado investigador, la ha dejado para que se ocupen de su formación. Cuando los Zampones, una organización misteriosa que lleva tiempo secuestrando niños, atrapan a su amigo Roger, la joven Belacqua se propone desentrañar el misterio que se oculta tras ellos y descubrir de que modo pueden estar relacionados con el Magisterio, la institución regente en este mundo paralelo, y con los experimentos de su tío.
Para ser un producto "de temporada" basado en un importante estreno navideño llama la atención lo poco cuidado que está el parecido de las contrapartidas virtuales con los actores que aparecen en el mismo, por decirlo suavemente. Realmente los modelos, sin llegar a mostrarse escandalosamente costos de polígonos, son feos en general aunque hay algunos que salen peor parados que otros, es difícil sacar peor a Nicole Kidman de lo que se ha hecho en este título. Los escenarios son parcos en detalles, cuentan con lo justo para que sean reconocibles para quienes hayan visto la película (aquí ha habido más suerte que con los personajes) y poco más, la ley del mínimo esfuerzo. Por comentar algo que destaque entre la mediocridad reinante, hay que señalar que al menos la acción se suele desarrollar de forma más o menos fluida.
Sega no ha tenido a bien contar con el mismo reparto de actores de doblaje que ponen voz a la versión española del film, así que el plantel encargado de esta tarea es distinto en su totalidad, excepción hecha de Alfonso Vallés (famoso en el mundillo del videojuego nacional por doblar a Solid Snake) que retoma el rol de Lord Asriel que ya interpretara en la película. Hecha esta aclaración, el trabajo de los dobladores es bueno, aunque con algún que otro altibajo, especialmente en el caso de Lyra. A nivel meramente técnico hay que reseñar las apreciables faltas de sincronización, no ya en el caso de las voces, sino también en el de los efectos sonoros, en ciertos segmentos del juego no es raro oír explosiones o disparos cuando no toca. La banda sonora orquestal no parece funcionar tan bien como en la película, pasa desapercibida.
Como le sucede a bastantes videojuegos basados en alguna licencia cinematográfica de moda, La Brújula Dorada intenta reproducir la mayor cantidad posible de situaciones presentes en ésta, lo que suele desembocar en tener que tocar varios palos jugablemente hablando, lo que a su vez también suele acabar en no acertar del todo con ninguno de ellos. En el caso que nos ocupa la primera división de la jugabilidad surge en función del personaje que se maneje: Lyra o el oso acorazado Iorek Byrnison.
Las fases en las que se maneja al plantígrado no pueden ser más unidimesionales, unos constantes machacabotones en los que no hay otra cosa que hacer aparte de triturar a todo cuanto lobo, cazador o bruja que salga al paso, salpicados por algún que otro jefe final muy de cuando en cuando. Los niveles protagonizados por la joven Belacqua por contra son una amalgama de actividades: exploración, plataformeo, enfrentamientos, conversaciones, "adivinación" mediante el uso del aletiómetro (la brújula dorada del título)... pero la niña no estará sola durante su periplo, su daimonion Pan la ayudará con las distintas habilidades que adquiere al transformarse en cuatro animales distintos: armiño, perezoso, halcón y gato montés. Aunque suena bien sobre el papel a la hora de llevarlo a la práctica nada es como debería. Los minijuegos que ponen a prueba los reflejos del usuario resultan ser una especie de llave inglesa, valen para definir el éxito o el fracaso a la hora de hablar con un personaje, para emplear el aletiómetro o para derrotar a un enemigo, con lo cual gran parte de la variedad y de la profundidad que se podría esperar se va al traste. Los momentos de aventura son ramplones, insulsos, al igual que los de plataformas, sumamente guiados, aunque ante el hecho de no poder variar manualmente la posición de la cámara no debían de quedar muchas alternativas más. No resulta un título injugable, los hay peores en este sentido, pero realmente ofrece tan poco al jugador que apenas hay motivación alguna para llegar a ver las luces del norte.
La confusa narrativa del juego (que nadie espere enterarse de la historia si no ha visto la película o leído el libro) curiosamente guarda más parecido con la novela que con el film, compartiendo con la primera la nomenclatura de objetos, razas y demás, ahondando en ciertos temas que apenas se tocan en la gran pantalla y respetando también el orden de los acontecimientos tal y como son relatados en la obra de Pullman, incluyendo el final.
La Brújula Dorada agranda la creencia popular de que los títulos basados en películas no dan la talla, no ya como videojuego sino como producto licenciado. A ver si con las futuras entregas de la serie hay más suerte.
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TÉCNICA
5 GRÁFICOS
4 SONIDO
6
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JUGABILIDAD
5 DIVERSIÓN
4
DURACIÓN
7 |
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Lo
mejor:
Respeta más el libro que el propio film.
Lo
peor:
La ley del mínimo esfuerzo hecha videojuego. |
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